PARIS... la eterna.."CIUDAD DEL AMOR"

París, la Ciudad del Amor...
Ese lugar al que todos los jóvenes y no tan jóvenes quieren viajar y prometerse amor eterno a las orillas del Sena o desde las alturas de la Torre Eiffel, con unas vistas sobre la ciudad que seguro, no olvidarán nunca.

Donde no toda la magia se queda en la ciudad, quizás la excusa perfecta para ir a ese mundo mágico con el que todos hemos soñado y más si sabemos que es posible conocer y descubrir Disneyland....












 Para mi esta es la definición  de París ...
Un lugar donde he estado trabajando y de viaje de ocio... un lugar donde los sentimientos no tienen límites.

Su homogénea arquitectura de edificios señoriales con tejados de pizarra y abuhardillados, sus amplias avenidas, el equilibrio entre lo antiguo y lo moderno, la Torre Eiffel, el Arco de Triunfo, la Ópera Garnier...tantos iconos arquitectónicos...



 El río Sena con sus bellos puentes, la catedral de Notre Dame mitificada en la novela de Victor Hugo en 1831, 
sus cafés art decó testigos de tantas terturias literarias, el Museo del Louvre con una de las colecciones más importantes del mundo, la cultura que se respira por todos sus poros...
París es París


Uno de mis lugares favoritos es una de las plazas más grandiosas y espléndidas de Europa, la Plaza de la Concorde, ocupa nada menos que ocho hectáreas en pleno centro de París. Construída en el siglo XVIII y llamada originariamente Plaza Luis XV, pronto los aires revolucionarios desplazaron a su estatua sustituyéndola por la guillotina. Posteriormente en 1794, los revolucionarios, pero con espíritu conciliador la denominaron Plaza de la Concorde. En la amplísima plaza destaca el magno Obelisco de Luxor con más de 3.200 años de antiguedad, regalo del virrey de  Egipto, completa la monumental plaza dos ornamentadas fuentes y ocho estatuas que representan ciudades francesas. Desde la bella plaza se distingue, el principal icono parisino, la Torre Eiffel.
Actualmente y al igual que en otras ciudades europeas como Londres, se ha  instalado una noria gigante en uno de sus lados, al pie de la entrada a los jardines de las Tullerías.
Y desde esta plaza os invito a que recorrais sus calles y os empapeis de la fragancia que lleva el nombre de París.




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